Álvaro Enrigue (Guadalajara,
Jalisco, 1969) es un escritor y profesor mexicano. Vive en Nueva York y enseña
en la Universidad de Hofstra. Es autor de cinco novelas, tres colecciones de
cuentos y un ensayo. Bibliografía
Un nuevo libro examina la vida de los cientos de miles de
nativos americanos que fueron traídos a Europa o viajaron por ella en el siglo
XVI, una historia que se sitúa en el corazón del inicio de la globalización.
El pueblito “brasileño” de Ruán, extracto del libro festivo
titulado “Esta es la deducción del suntuoso orden de agradables espectáculos
y magníficos teatros erigidos y exhibidos por los ciudadanos de Rouen, ciudad
metropolitana del país de Normandía; A su sagrada maestad el Rey muy cristiano
de Francia, Enrique segundo, su sobrano señor, y a la muy ilustre Dama,
señora Catalina de Médicis, La Reina su esposa [...]”. Fuente : INHA
En 1560, Paquiquineo, un joven kiskiack o paspahegh de la
región de la bahía de Chesapeake [noreste de los actuales USA, NdT], fue
invitado a bordo de un barco español que exploraba la costa de Norteamérica. El
capitán del barco pensó que Paquiquineo, hijo de un jefe, sería útil a las
fuerzas españolas cuando decidieran conquistar la región, así que lo secuestró
y se lo llevó a Madrid. Paquiquineo aprendió rápidamente el idioma y demostró
ser un político astuto. Cuando se entrevistó con el rey Felipe II, le explicó
que no quería mediar con España ni adoptar su religión.
Para la Corona española, la realeza era la realeza,
independientemente del origen étnico. Felipe respetó los deseos de Paquiquineo
y, en 1562, ordenó que un barco con destino a Nueva España -actual México- lo
llevara a bordo, en el entendimiento de que el pasajero sería conducido a lo
que hoy es la costa atlántica media de USA en caso de que un barco se dirigiera
al norte.
Tras llegar a Ciudad de México, Paquiquineo cayó
gravemente enfermo y pidió ser bautizado, por si acaso. Se le dio el nombre
cristiano de Luis de Velasco en honor del virrey de Nueva España. Como
aristócrata, tenía derecho al título de “don”, que utilizó durante varios años.
Paquiquineo convaleció en el monasterio dominico. Tras su
recuperación, fray Pedro de Feria, el disputado superior de la orden en Nueva
España, decidió retenerlo allí más o menos a la fuerza, con la esperanza de
obtener una ventaja sobre los franciscanos, ya que ambos grupos de frailes se
disputaban el control religioso de las tierras no conquistadas del norte (el
conflicto entre ambas órdenes se prolongó durante cuatro años, hasta que el rey
Felipe lo resolvió confiando a los jesuitas la autoridad espiritual sobre la
patria de Paquiquineo).
Durante su larga estancia en Ciudad de México (la antigua
Tenochtitlan), Paquiquineo aprendió náhuatl, la lengua de los mexicas, nombre
correcto del pueblo conocido posteriormente como aztecas, y adquirió
conocimientos suficientes para comprender los tumultuosos tiempos políticos que
atravesaba la ciudad. En 1521, tras su rendición, el emperador Cuauhtémoc había
aceptado una capitulación -de la que no se conserva copia- por la que los
mexicas quedarían exentos de impuestos si permanecían en Tenochtitlan, si la
administración imperial seguía funcionando y si se construía allí una ciudad
española, en lugar de disolver la capital derrotada, como era costumbre en
Mesoamérica. En la década de 1560, la Corona española rompió el pacto,
desencadenando una rebelión que se saldó con la brutal represión de la
población local y el castigo de sus líderes. Paquiquineo vio todo esto y tomó
nota en silencio.
Tras pasar cuatro años en Cuba, Paquiquineo fue enviado
en misión jesuita a Virginia en 1570 como traductor oficial. Se estableció
pacíficamente una ciudad española cerca de lo que hoy es el río James. Tras la
partida de los barcos que transportaban a los misioneros, Paquiquineo encabezó
una rebelión en la que murieron todos los europeos menos uno y la ciudad fue
arrasada. Cuando Felipe II se enteró de la noticia, canceló todas las
exploraciones futuras de lo que hoy es la costa este USA. Si incluso el
converso católico Don Luis de Velasco podía actuar de forma tan traicionera y
brutal, significaba que una ocupación exitosa costaría demasiadas vidas
españolas.
La medievalista española Carmen Benito-Vessels ha
descrito la historia de Paquiquineo -recientemente relatada en Fifth Sun: A New History of the Aztecs (2019), de Camilla Townsend- como la de un personaje histórico que busca
desesperadamente un novelista. Tiene razón, e incluso se podría argumentar que si
los primeros presidentes de Estados Unidos no fueron católicos hispanohablantes
fue, en gran medida, porque los británicos acabaron beneficiándose del
pensamiento estratégico y el valiente comportamiento de Paquiquineo.
En On Savage Shores: How
Indigenous Americans Discovered Europe (En costas salvajes: cómo los nativos
americanos descubrieron Europa), la historiadora inglesa Caroline Dodds
Pennock no se detiene en los relatos existentes sobre la vida de Paquiquineo,
quizá porque ya es conocido por quienes están familiarizados con la historia de
Norteamérica a principios de la Edad Moderna. Sin embargo, lo sigue hasta los
archivos españoles, donde encuentra listas de sus gastos durante su estancia en
la corte de Madrid: ropa fina europea, cortes de pelo, entradas para el teatro
e incluso limosnas para los pobres (como se le consideraba diplomático, tenía
obligaciones sociales). Según el Tratado de Tordesillas de 1494, era súbdito
del Rey de España, y las nuevas leyes de 1542 le colocaron bajo la protección
directa del Rey -aunque ciertamente él no lo sabía cuando fue capturado-, por
lo que fue la Corona española la que pagó todas sus facturas.
Leyendo el libro de Dodds Pennock, descubrimos que la
experiencia de Paquiquineo no es única. Su caso es bien conocido porque dejó
huellas en los archivos, pero cientos de miles de otros indígenas viajaron a
Europa durante el siglo XVI. Sus vidas y aportaciones son esenciales para
entender los inicios de la globalización, que, para bien o para mal, contribuyó
a crear el mundo moderno.
La inmensa mayoría de los nativos americanos en Europa
habían sido llevados allá como esclavos. Aunque las nuevas leyes establecían
inequívocamente que los “naturales”, como se llamaba a las personas procedentes
de América, no podían ser esclavizados, Dodds Pennock consideró creíble la
estimación de que sólo en España había 650.000 esclavos americanos. Muchos de
estos cautivos murieron en la servidumbre, pero algunos emprendieron acciones
legales y obtuvieron no sólo su libertad, sino también billetes de vuelta y una
compensación por el trabajo realizado contra su voluntad.
Otros fueron a Europa como abogados, artistas o esposos y
se establecieron en las cortes reales, religiosas y legales. Representantes de
naciones indígenas cruzaron el Atlántico con frailes como Bartolomé de las
Casas, que estuvo a su lado para denunciar los abusos cometidos por los
europeos durante la ocupación de tierras indígenas. Muchos ayudaron a negociar
el proceso de colonización y a defender a sus comunidades ante los tribunales.
Especialistas culturales vinieron a enseñar a los europeos: mientras que puede
ser intuitivo plantar un tomate y hacer una salsa con él, es menos obvio hacer
chocolate con las habas de cacao. Hombres y mujeres -acróbatas, músicos,
adiestradores de animales- han hecho alarde de sus espectaculares habilidades y
se han quedado en Europa simplemente porque nadie les llevó a casa una vez
terminada la gira. Se casaron, tuvieron hijos y fueron enterrados en
cementerios donde aún no se les conmemora como primeros agentes de la
globalización.
Durante unos quinientos años, hemos estudiado los
intercambios culturales y comerciales del Atlántico como una tubería a través
de la cual Europa enviaba personas a América y América enviaba mercancías de
vuelta. En el exhaustivo estudio de Dodds Pennock, esta idea, como tantas otras
sobre este periodo, se revela como una fantasía eurocéntrica. Debemos invertir
nuestra concepción del encuentro para considerar que las migraciones y los
vínculos transatlánticos, escribe, “no sólo se extienden hacia oeste, sino que
también se originan allí”.
Los pueblos nativos de América crearon sus propios
espacios, primero en las cortes europeas, luego en las cocinas, comedores,
salones, calles y reservas genéticas de los países en los que desembarcaron. En
las ciudades extremeñas de España vivían miembros de la familia real inca, y en
las ciudades de la costa atlántica de Francia y Portugal había barrios enteros
de brasileños. Además de adaptarse al cambio, estos emigrantes también
modificaron los lugares que los acogieron, aunque la recepción de los recién
llegados fuera, entonces como ahora, reticente, cuando no abiertamente hostil.
Los europeos colonizaron brutalmente América, pero a cambio el imaginario
europeo fue colonizado, primero con exposiciones itinerantes de las maravillas
americanas y luego con la convivencia real con los cuerpos americanos.
La “alegre entrada” de Enrique II y Catalina de Médicis
en Ruán el 1° de octubre de 1550. A la izquierda, el pueblito de los
indios Tupinambá. Miniatura, escuela francesa, siglo XVI.
Biblioteca municipal de Ruán. Foto Josse / Leemage / AFP
Detalle del poblado indio en la miniatura
En 1550, en la ciudad
portuaria de Ruán (Francia), se organizó un gigantesco espectáculo en honor de
la “alegre entrada” -la visita- de la pareja real formada por Enrique II y
Catalina de Médicis. Entre los espectáculos presentados para el disfrute de los
monarcas mientras navegaban por el Sena había simulacros de batallas navales,
duelos de gladiadores, representaciones de acontecimientos célebres de la
historia de Francia y una representación de la vida tal y como se imaginaba en
lo que hoy es la bahía de Río de Janeiro, con cincuenta hombres, mujeres y
niños tupinambá desnudos que habían sido traídos por la fuerza en la ciudad,
así como 250 marineros franceses que habían visitado Brasil y representaban el
papel de nativos.
Los organizadores de estas fiestas construyeron una
réplica de una aldea tupinambá -que no se parecía en nada a la real- y pintaron
de rojo los troncos de los árboles para asemejarlos al palo
brasil, la primera mercancía enviada a Europa desde la región. También
soltaron loros, titíes y monos para añadir sonido al espectáculo, que culminó
con el ataque e incendio de una aldea enemiga, pero no, como muchos
espectadores probablemente habían imaginado o esperado, con un festín de carne
humana.
Pendant des
décennies, les zapatistes ont servi de guide aux luttes menées sur l’ensemble
du continent. Au milieu du chaos climatique et de la guerre sans fin, ils
continuent d’imaginer et de construire des mondes meilleurs.
Le soulèvement de l’Armée zapatiste de libération
nationale (EZLN), il y a 30 ans, a réussi à placer l’autonomie au centre des
objectifs de certains mouvements sociaux d’Amérique latine. Jusqu’alors, il n’existait
pas de courant politique et culturel orienté dans cette direction, comme c’est
le cas aujourd’hui dans la plupart des pays de la région latino-américaine. Il
existait tout au plus des positions autonomistes inspirées de l’“opéraïsme”
italien qui a donné naissance à l’“autonomisme” européen. Ce courant, qui a
pris forme dans les analyses des philosophes italiens Antonio Negri et Mario
Tronti, n’a jamais eu de poids réel dans les luttes et les mouvements
latino-américains, et son influence s’est concentrée dans les universités et
parmi les intellectuels marxistes.
L’EZLN a été créée en 1983 dans les régions indigènes
du Chiapas. Pendant dix ans, elle s’est enracinée dans les villages et, après
une vaste consultation de quelque 500 communautés, elle a décidé d’entrer en
guerre, ce qui a donné lieu au soulèvement du 1er janvier 1994, le jour même de
l’entrée du Mexique dans l’accord de libre-échange (ALENA). La guerre a duré
moins de deux semaines, la société civile s’étant mobilisée pour exiger la paix
et une période de dialogue s’étant ouverte entre le gouvernement et l’EZLN.
Le zapatisme a non seulement placé le débat sur l’autonomie
au centre de sa pensée et de sa pratique politique, comme en témoignent les
accords de San Andrés négociés en 1996 avec le gouvernement mexicain, mais il a
également mis en avant le protagonisme des peuples originaires, qui sont les
sujets les plus importants de la lutte pour l’autonomie.
Les rencontres internationales ont
joué un rôle important dans la diffusion de la pensée de l’EZLN, tout comme les
innombrables communiqués dans lesquels l’alors sous-commandant insurgé Marcos racontait
des scènes de la vie des communautés et des miliciens et miliciennes du
mouvement. La Rencontre Intercontinentale pour l’Humanité, qui s’est tenue à La
Realidad en 1995, a réuni des centaines de personnes du monde entier, avec une
forte présence de collectifs de jeunes Européen·nes de tendance libertaire et
autonomiste.
Le fait que le zapatisme s’adresse aux groupes les
plus divers de la société, mais surtout à la jeunesse urbaine rebelle (gays,
lesbiennes, précaires et chômeurs) et qu’il n’utilise pas les concepts
traditionnels de la gauche tels que le “prolétariat”, la “lutte des classes” et
la “prise du pouvoir”, était extrêmement attrayant pour les secteurs déjà
fatigués du langage monotone de la gauche.
L’influence du zapatisme en Amérique latine peut être
détectée à deux niveaux : l’un plus directement lié aux militants les plus
actifs et les mieux formés des nouveaux mouvements sociaux - tels que les piqueteros argentins, des secteurs de l’éducation
populaire, des jeunes critiques et des artistes - et, deuxièmement, plus
indirectement et transversalement dans les mouvements des peuples opprimés, en
particulier les indigènes et les afro-descendants.
Les traces du zapatisme se retrouvent surtout dans les
mouvements les moins institutionnalisés. D’une certaine manière, une grande
partie des nouveaux mouvements ont été attirés par trois questions centrales qu’ils
trouvent dans le zapatisme : le rejet de la prise du pouvoir d’État et l’option
de créer leurs propres pouvoirs, l’autonomie et l’autogestion, et la façon de
comprendre le changement social comme la construction d’un nouveau monde au
lieu d’une transformation du monde existant.
L’influence éthique et politique du zapatisme, ainsi
que l’échec des révolutions centrées sur la prise de pouvoir et le changement “par
le haut”, ont conduit quelques militants à la conviction que le changement doit
être lié à la reconstruction des liens sociaux que le système détruit
quotidiennement.
Membres de l’EZLN au Congrès national indigène 2016 (Mariana Osornio /
Wikimedia Commons / CC BY-SA 4.0)
La création de municipalités autonomes et de conseils
de bon gouvernement, récemment démantelés par l’EZLN elle-même, a montré qu’il
est possible de se gouverner différemment, sans créer ou reproduire des
bureaucraties permanentes comme l’ont fait les révolutions réussies. Attirés
par leurs particularités, des milliers d’activistes du monde entier, dont une
grande majorité d’Européens, sont venus au Chiapas pour connaître de première
main la réalité zapatiste et y ont contribué en faisant don de ressources
matérielles.
Il serait erroné de croire que le zapatisme influence
ou oriente d’une manière ou d’une autre toute cette variété de collectifs. Plus
d’un millier de groupes ont soutenu le Tour pour la Vie, organisé en 2021 dans différents pays et régions d’Europe,
pour les écouter et fraterniser. Je pense qu’il est plus approprié de parler de
confluences, car des collectifs se sont formés et ont grandi dans le monde
entier, qui revendiquent l’autonomie comme pratique politique, en se référant
au zapatisme, sans aucun doute, mais pas dans une relation de commandement et d’obéissance.
Les mouvements féministes, les mouvements de jeunes
précaires et chômeurs, les entreprises autogérées qui se multiplient dans le
monde entier, ont trouvé dans le zapatisme une source d’inspiration pour leur
détermination à créer du nouveau, leur rejet des institutions étatiques et des
partis de gauche. Si les causes des rébellions ont des caractéristiques
différentes, il y a partout un profond ras-le-bol du système dominant et de ses
conséquences sur les jeunes, telles que la précarité de l’emploi, l’absence de
perspectives de vie décente et les persécutions policières contre les
contestataires.
Zapatistes contre l’armée mexicaine lors de la procession qui a transporté
le corps au cimetière de Guadalupe Méndez López, tuée par des éléments de la
Sécurité Publique (SP), Chiapas, janvier 2005 (Oriana Eliçabe / Flickr / CC
BY-NC-SA 2.0)
Peuples autochtones et noirs
Au cours des dernières décennies, plusieurs peuples
ont réclamé leur autonomie ou l’ont construite par des actes. Les peuples
indigènes sont à l’avant-garde de ce processus, notamment les Mapuches du Chili
et de l’Argentine, ainsi que les Nasas et les Misak du Cauca en Colombie. Plus
récemment, les peuples amazoniens sont entrés de plain-pied dans la dynamique
de l’autonomie, de même que certains palenques et quilombos noirs.
Le premier groupe autonomiste mapuche a été créé en
1998, la Coordinadora Arauco-Malleco (CAM), qui a incarné une nouvelle forme de
politique en menant des actions directes contre les
entreprises forestières dont les plantations de pins étouffent les communautés. Aujourd’hui, il
existe au moins une douzaine de collectifs mapuches qui se réclament de l’autonomie.
Les plus importants sont le CAM, Resistencia Mapuche
Lafkenche (RML), Resistencia Mapuche Malleco (RMM), Alianza Territorial Mapuche
(ATM) et Weichán Auka Mapu [Lucha del Territorio Rebelde], qui ont encouragé
une vague de récupération de terres estimée à 500 territoires ou domaines. Les
plus radicalisés sont Weichan Auca Mapu (WAM) et Resistencia Lafkenche, ainsi
que le CAM, qui se distinguent par leurs actions directes contre l’industrie
forestière. Il existe également des organisations de femmes mapuches.
En Colombie, le Conseil
régional indigène du Cauca (CRIC) a été créé en 1971 dans le cadre d’un processus de récupération des
terres. Il compte aujourd’hui 84 resguardos [réserves]
dans le Cauca et 115 cabildos [communes] appartenant à huit groupes
ethniques. Ils gèrent des programmes de santé et d’éducation avec le soutien de
l’État, ont mis en place leurs propres formes économiques telles que des
entreprises et des magasins communautaires, des associations de producteurs et
une institution de troisième niveau, le Cecidic (Centro de Educación Capacitación
e Investigación para el Desarrollo Integral de la Comunidad). Ils ont créé un
système d’“auto-justice” et se gouvernent eux-mêmes par l’élection de leurs
autorités par les cabildos. La Guardia Indígena (Garde indigène), une entité
dédiée à la défense des territoires et des modes de vie indigènes, est la
création autonome la plus importante.
Les groupes mapuches du Chili et le CRIC entretiennent
des relations avec l’EZLN et sont probablement les mouvements indigènes les
plus proches politiquement du zapatisme.
Rencontre de femmes zapatistes avec des femmes du monde à La Garrucha,
Chiapas, 2007 (Agustine Sacha / Flickr / CC BY-NC 2.0 DEED)
Les expériences se multiplient. De même qu’au Chili,
il existe plus d’une douzaine de groupes autonomistes (certaines sources
parlent de 15 collectifs), dans le Cauca, la Guardia Cimarrona s’est formée
parmi les Afro-Colombiens et la Guardia Campesina, toutes deux
inspirées de la Guardia
Indígena.
L’organisation autonomiste la plus présente est
probablement l’organisation brésilienne Teia dos Povos, née il y a une dizaine
d’années dans l’État de Bahia. Elle rassemble des communautés et des peuples
indigènes, des paysans sans terre et des quilombolas (peuples noirs descendants
de marrons), au sein d’une alliance populaire qui s’étend à plusieurs États et
dont l’autonomie - et le zapatisme - est le point de référence central.
Enfin, il y a les peuples amazoniens. Dans le nord du Pérou, neuf gouvernements autonomes ont
été créés depuis la formation du premier en 2015, le gouvernement territorial autonome de la nation Wampis, afin de mettre un terme à l’extractivisme
pétrolier et forestier, ainsi qu’à la colonisation. Au total, ils contrôlent
plus de 10 millions d’hectares et, lors d’une récente réunion à Lima, il a été
assuré que six autres peuples étaient engagés dans le même processus de
construction de l’autonomie.
Dans l’Amazonie légale brésilienne, 26 protocoles
de démarcation autonomes ont été déployés, impliquant 64 peuples indigènes dans 48 territoires
différents. Les peuples agissent ainsi face à l’inaction des gouvernements, qui
sont tenus de délimiter leurs territoires en vertu de la Constitution de 1988,
mais ne le font que dans de très rares cas.
Pour le reste, il convient de mentionner que des
dizaines de peuples indigènes vivant au Mexique ont suivi les principes
zapatistes en se réunissant
au sein du Congrès national indigène (CNI), dans lequel 32
peuples luttent pour leur autonomie. En 2006, le IVe congrès du CNI
a décidé de signer la sixième déclaration de la jungle
Lacandone et d’exercer
l’autonomie dans la pratique.
Alors que les autonomies ne cessent de se développer
dans la région latino-américaine, le zapatisme a décidé de prendre un tournant
important dans son processus.
Depuis le 22 octobre 2023, l’EZLN a publié une série
de communiqués annonçant d’importants changements pour faire face à la nouvelle
étape de l’effondrement systémique et environnemental. Les Conseils de bon
gouvernement et les Municipalités autonomes, structures organisationnelles
créées il y a deux décennies et symbole de l’autonomie zapatiste, cesseront de
fonctionner. Au lieu d’une trentaine de municipalités autonomes, il y aura des
milliers de structures de base, des gouvernements locaux autonomes (GAL) et des
centaines de collectifs de gouvernements autonomes zapatistes (CGAZ), là où il
y avait auparavant 12 conseils de bon gouvernement.
Les décisions qu’ils ont prises ont un horizon de 120
ans, soit sept générations. L’EZLN note qu’il y aura des guerres, des
inondations, des sécheresses et des maladies et que, par conséquent, “au milieu
de l’effondrement, nous devons regarder loin devant nous”.
Ils ont procédé à une autocritique du fonctionnement
des municipalités et des conseils, concluant que les propositions des autorités
n’étaient plus prises en compte et que les avis des citoyens ne parvenaient pas
aux autorités. En fait, ils disent que c’était une pyramide qui fonctionnait et
c’est pourquoi ils ont décidé de la couper.
Le point le plus important est peut-être qu’ils ont l’intention
d’“être la bonne semence” d’un monde nouveau qu’ils ne verront pas, de “léguer
la vie” aux générations futures au lieu de la guerre et de la mort.
« Nous pouvons déjà survivre à la tempête en tant
que communautés zapatistes. Mais maintenant, il ne s’agit pas seulement de
cela, mais de traverser cette tempête et d’autres à venir, de traverser la nuit
et d’arriver à ce matin, dans 120 ans, où une fille commencera à apprendre qu’être
libre, c’est aussi être responsable de cette liberté », poursuit le communiqué.
Semer sans récolter, sans s’attendre à récolter les
fruits de ce qui a été semé, est la plus grande rupture connue avec l’ancienne
façon de faire de la politique et de changer le monde. C’est une éthique
politique anti-systémique que le zapatisme nous offre comme un cadeau à
valoriser dans toute sa formidable dimension.
2023:
tras el 7 de octubre, la ideología sionista vive uno de sus momentos de gloria.
Diluvio de Al Aqsa, por Ahmad Qaddura, Suecia
Lo que
han hecho Hamas y Yihad Islámica desde el 7 de octubre de 2023 (a 50 años
exactos del desencadenamiento de la guerra de Yom Kippur, de Egipto contra
Israel), en las inmediaciones de la Franja de Gaza, en kibutzim cercanos y
ciudades aledañas como Bersheva o Ashkelon, ha sido violento, con asesinatos
cometidos con crueldad; arrasando un festival, baleando gente, secuestrando
población civil (y militares, que en una sociedad tan militarizada como la
israelí es a veces difícil distinguir). Una suerte de “invasión” con muy
escasos medios materiales; equipados los “asaltantes” con motocicletas, con alas
delta, todos componentes más propios de una guerrilla que de un verdadero
ejército; mucha resolución, “poniendo el cuerpo”.
La
“respuesta” que lleva a cabo el estado sionista habrá de ser, ya va siendo,
mucho más conmocionante, decuplicando, centuplicando las víctimas entre los
palestinos alcanzados por la “furia” israelí (mediante una mezcla de
superioridad militar y material, forjada por el sionismo en las últimas décadas
con una impronta supremacista que forjó el sionismo desde mucho antes de las
persecuciones nazis de los ’40).[1]
La
primera incursión aérea israelí de respuesta a la “invasión” del 7 de octubre,
al estilo de las que se llevaran a cabo bajo la modalidad de castigos mortales
y colectivos, en varias oportunidades (2006, 2008, 2012, 2014, sin que a la
llamada “comunidadinternacional” jamás
se le haya movido un pelo), despliega una oleada de torturas simultáneas sobre cientos
de hombres, mujeres, niños, con cráneos destrozados, muslos seccionados,
hemorragias mortales, brazos arrancados, rostros desfigurados; todo incluido en
ataques inmisericordes con bombas sobre edificios –no sobre cuarteles– de
viviendas de civiles con dormitorios, comedores, baños, habitados por bebitos, ancianos,
niños, sus padres, jóvenes que juegan a la pelota, que escuchan música.
Genocidio
en etapas, con silencio esperable de la ONU, pero también de muchísimas redes
independientes, autónomas (nadie quiere quedar como antisemita).
La
versión del holocausto cuidadosamente construida por el IHRA,[2] que les
garantizaría a judíos situarse al margen de toda sospecha, por su condición
básica de víctimas, es sencillamente una coartada. Más allá de lo efectivamente
sufrido por judíos bajo el nazismo. Porque, como bien ha definido el
historiador, judío, con víctimas del nazismo en su familia, Norman Finkelstein:
“<El Holocausto> es una
representación ideológica del holocausto nazi. Al igual que la mayoría de las
representaciones similares, ésta tiene una conexión, si bien tenue, con la
realidad."[3]
En
resumen, Israel y quienes detentan su poder hacen su jugarreta: presentarse
como víctimas cuando son los que “producen” la mayor cantidad de víctimas. Es
Israel el gran generador de locura, miseria y muerte entre palestinos. Porque
el colonialismo, el racismo, siempre han generado lo anterior y también
resistencia. A veces resulta difícil de aceptar esta última por su carga de
odio. Porque el negado, excluido, expropiado no acierta siempre en la respuesta.
Bueno fuera. [4]
Diluvio de Al Aqsa, por Morad Kotkot, Jordania
Abya
Yala en el Mediterráneo oriental
Procuremos
ensanchar el ángulo de mira: el sionismo hace con los palestinos lo que los
conquistadores europeos hicieron en Abya Yala, conocida por cómo fue
rebautizada por los recién llegados: América.
He aquí
una semblanza de Miko Peled, un judío israelí, pero a diferencia de la inmensa
mayoría de sus conciudadanos, con conciencia crítica (o si ustedprefiere, autoconciencia):
“El racismo y la violencia contra las
personas de color en EE.UU. no es nada nuevo. De hecho EE.UU., con sus
afirmaciones de [ser] «la tierra de
los libres» siempre ha sido un estado racista, genocida y violento. Fue fundado
sobre el genocidio de los nativos y sobre las espaldas de los esclavos
africanos. EE.UU. cometió los crímenes de guerra más atroces en la historia de
la humanidad, incluido el genocidio, el uso de armas nucleares, la destrucción
de las democracias y el apoyo a dictadores asesinos en todo el mundo. Y la
lista continúa desde los primeros días de la Unión hasta hoy.” [5]
Lo que
resulta significativo es cómo los sionistas judíos se identifican con EE.UU. y
cómo procuran seguir la senda –colonialista– de los siglos XVII, XVIII, XIX, de
EE.UU., en pleno siglo XX (y en el XXI…) en Palestina. Un poco a destiempo,
como ignorando “el nuevo tiempo” devenido a partir de 1945, justamente desde
EE.UU.
Es un
modelo peculiar, empero. Porque a la vez que “se inspiran” en el tratamiento de
razas “inferiores” o “inmaduras”en
EE.UU. para llevar a cabo su política de implantación en Palestina, Israel ha
procurado ejercer la mayor infiltración imaginable de la sociedad
estadounidense, con lo cual el ligamento entre EE.UU. e Israel es doble: el
país norteamericano está visualizado como figura “paterna” o modélica, y a la
vez como entidad que recibiría los “beneficios” de todos los aportes judíos.
Cito otra vez a Peled: “Hay innumerables
áreas en la vida de los EE.UU. en las que Israel y diversas organizaciones
sionistas influyen e interfieren. La Federación Judía, la Liga Antidifamación y
AIPAC son las más comúnmente reconocidas, pero son solo tres de las
innumerables organizaciones que operan en los cincuenta estados y persiguen sin
descanso los intereses israelíes en todas las facetas de la vida
estadounidense. Estas organizaciones interfieren en las elecciones
estadounidenses al invertir dinero en las campañas de los candidatos
proisraelíes.” (ibíd.) Hablamos de un aporte financiero sustantivo y
decisivo en las tomas de decisión.
Tras
las voladuras de tres torres neoyorquinas –las gemelas y una más, todo por el
precio de dos aviones y miles de víctimas mortales– y el peculiar boquete en el
Pentágono del 11 de setiembre de 2000 (con su treintena de muertos), y pese a la
inmediata redada de cientos de israelíes bajo sospecha por parte de los
organismos de seguridad de EE.UU. (fueron más los detenidos judíos que los
árabes en las horas posteriores a las voladuras), Israel logra que “desde el 11 de setiembre muchas fuerzas
policiales estadounidenses [sean] entrenadas
por expertos en seguridad israelíes.” (ibíd.)
Analizando
la penetración judeoisraelí en EE.UU., James Petras señalaba que entre los
muchos “proyectos sionistas con
considerable financiamiento, hechos para capturar a jóvenes judíos y
convertirlos en instrumentos de la política exterior israelí [está] “Taglit-Birthright” que ha gastado más de
250 millones de dólares durante la última década enviando a más de un cuarto de
millón de judíosa Israel durante 10
días de intenso lavado de cerebro.[…] Se somete a los estudiantes a una fuerte dosis de
militarismo al estilo israelí […] como
parte de su adoctrinamiento; en ningún momento visitan Cisjordania, Gaza o
Jerusalén Este (Boston Globe, 26 ago
2010). Se les insta a convertirse en ciudadanos de doble nacionalidad e incluso
se les alienta a servir en las fuerzas armadas israelíes.[6]
Raza
y sexo
Si nos
damos cuenta del parentesco entre la “conquista de América” y el proyecto
colonialista anglosionista en Palestina, algo que postulan y promueven
conocidos dirigentes israelíes, podremos percibir más claramente el destino
atribuido a conquistadores y a colonizados.
“El
único indio que vale es el indio muerto”. Esa atroz expresión de los
coleccionistas de cabelleras de indios asesinados traducía en pleno siglo XIX un
giro crematístico muy modernoso, porque las autoridades (públicas o privadas)
pagaban por cabellera. Una forma práctica de asegurarse “el despeje territorial”:
la tarea que llevaron a cabo los Rosas y Roca en las pampas argentinas; los
Rivera en el territorio del Uruguay. Ese “comercio” cumple con una de las leyes
sagradas del privilegio: la inversión de la verdad. Porque los “relatos de
aventura” para niños han enseñado siempre que los indios eran cazadores de
cabelleras (y no por la paga, sino por su crueldad innata).
Análogamente
a “la limpieza étnica” que hemos conocido por siglos en las Américas, tenemos, por
ejemplo, el testimonio de soldados israelíes, que han declarado –no sabemos si
por honestidad intelectual o por chutzpah–
que no tienen dificultad alguna, procesal, judicial, si matan a un palestino. Si
suman una cabellera a su foja de servicio.
Españoles e ingleses
tuvieron distintos comportamientos con los oriundos. Los ingleses rechazaron
esa mezcla de sangre (que viene tras la mezcla de jugos sexuales). Los
españoles también, tratándose de indios varones con hembras hispanas, pero en
absoluto rechazaron el contacto de españoles con “indias”. Al contrario, recién
llegados los conmocionó la presencia de mujeres bañadas y limpias.[7] Así
comienza el llamado “mestizaje” en América, mal llamada Latina. La desaparición,
simbólica o material, de los nativoamericanos es lo que permite que la historia
oficial sostenga con impunidad el manejo genealógico afirmando que “descendemos
de los barcos”.
Los sionistas
en Palestina optaron por “el modelo” inglés; por eso las parejas mestizas son
más bien excepcionales. Una política sexual que preserva el linaje. Laaceptación de parejas cruzadas tiende a desgastar un racismo étnico. Su
rechazo, en cambio, ahonda la posibilidad racista.
Entonces,
para entender los últimos acontecimientos del “conflicto palestino-israelí”;
Hamas descargando una andanada de cohetes Kassam más o menos mejorados;
secuestrando civiles y militares israelíes; población enardecida victimando a israelíes
tomados como rehenes, hay que visualizar esas barbaridades junto con las
descargadas impunemente por colonos omilitares israelíes sobre campesinos sin armas, sobre jóveneso niños que tiran piedras, sobre jovencitas que
blandiendo una tijera quieren herir a algún ocupante y es matada sin más. Año
tras año, mes tras mes, día tras día.
Recordemos
que cuando en 2019 se inician Marchas por la Tierra, sin armas, sin piedras,
solo reclamando eso; tierra (crecientemente cercenada y apropiada por
sionistas), el aparato de seguridad israelí “contesta” con francotiradores que
desde distancia y cómodamente alojan balas en las ingles de manifestantes
pacíficos.
Dado
que los alcanzados empezaron a morir con inesperada frecuencia, desangrados, el
mando israelí cambió la orden a los cómodos (y bien entrenados)
francotiradores: no a las ingles sino a los tobillos. Dejaban rengos de por
vida, pero no producían el trastorno psíquico y el repudio consiguiente de
tantos asesinatos por manifestación.
Ése es
el valor de la vida palestina en Israel, como lo recordamos por testimonios
sinceros de soldados. Así hay que entender que muchos palestinos, también terminen
despreciando la vida de los israelíes.
Aquella
hospitalidad histórica, proverbial, de los palestinos (enel siglo XIX), conviviendo con el Antiguo
Yishuv –con los judíos inmemoriales de Palestina, con quienes no se les conoce
conflicto– no fue destruida por los palestinos –musulmanes, cristianos o
agnósticos– sino por los sionistas. Con el Nuevo o moderno Yishuv. El 7 de
octubre fue otro intento, otro “asalto al cielo”.
Notas
[1]De todos
modos, con datos provisorios, las víctimas israelíes reportadas hasta hoy –se señalan
centenares–no tienen comparación con
bajas israelíes en conflictos anteriores, como las intifadas 1987 y 2000 o las
invasiones a la Franja de Gaza, donde las muertes palestinas resultaron
centenares o miles y las israelíes ni decenas.
[2]International Holocaust Remembrance Alliance. Alianza Internacional para
el Recuerdo del Holocausto.
[3]The Holocaust Industry, Verso Books, N.
Y., 2010.
[4]Un
deslinde se impone: Hamas constituye una red religiosa, una suerte de “soldados
de Allah”. Tengo enorme desconfianza por todos los saberes divinos. Hamas se
aferra a una actividad intolerante que explica el comportamiento afiebrado de
sus adherentes. De todos modos, no hay que olvidar que incluso sus atrocidades
responden a abusos del muy democrático Israel, con su política genocida, por
más gradual que se la presente.
[5]“«Intercambio
mortal», la vigilancia racista de Estados Unidos tiene raíces en Israel”, www.rebelion.org, 5 jun. 2020.
[7]Y la
ausencia de mujeres hispanas. Porque la inmigración anglo fue de parejas o
familias y la española de segundones “fijosdalgos”, desheredados por el derecho
de primogenitura, que venían hambrientos de poder y de sexo porque inicialmente
solo cruzaron el Atlántico varones.
Cinquante ans ont
passé et les idées du président Allende sont toujours pleinement valables au
Chili comme en Amérique latine et dans une bonne partie de ce que l'on appelle
le tiers-monde. Il y a des années, à Guadalajara, nous avons eu la chance de
voir un magnifique enregistrement de ce discours devant les professeurs et les
étudiants de sa prestigieuse université où le président chilien récemment élu a
exposé sa pensée, qui était certainement révolutionnaire dans ses objectifs,
ainsi que sans précédent dans sa promesse d'apporter des changements en matière
de démocratie et de liberté.
Un discours magistral où, en plus de défendre ses convictions, il
a appelé les jeunes étudiants à s'atteler à une tâche qui, bien sûr, dépasse
l'action d'un seul gouvernement ou d'une seule génération. Un discours prononcé
dans la chaleur de ses valeurs inébranlables, sans recours à un texte ou à un
aide-mémoire, démontrant comme souvent son grand talent et son verbe brillant.
Un ensemble de propositions visant à ce que nos pays se réapproprient la
propriété et la gestion de leurs richesses fondamentales, consolidant ainsi la
souveraineté qui nous a été léguée par nos libérateurs, puis bafouée par
l'impérialisme usaméricain. Dans notre cas, il s'agissait de la volonté de
nationaliser, en plus, nos grandes mines de cuivre et de donner une valeur
ajoutée à ces tonnes de métal qui partaient et continuent aujourd'hui à partir
à l'étranger et dans lesquelles il est également possible de découvrir de l'or,
de l'argent, du molybdène et d'autres matières premières importantes.
Il voulait aussi récupérer la souveraineté populaire dans nos
campagnes ravagées par les grandes propriétés et l'exploitation de millions de
paysans qui pouvaient à peine survivre avec leur salaire de misère. Diversifier
notre production agricole, moderniser l'agriculture, mais surtout faire en
sorte que ceux qui cultivent la terre en soient propriétaires et méritent de
vivre dans des logements décents, afin que leurs enfants aient accès à une
alimentation suffisante et à une éducation libératrice.
Promouvoir, bien sûr, la réforme de l'éducation à tous les
niveaux, afin de rendre l'enseignement obligatoire pour les enfants et de
permettre non seulement aux enfants des riches mais aussi aux Chiliens des
classes moyennes et populaires d'accéder à l'université, alors que moins d'un
pour cent d'entre eux avaient cette possibilité à l'époque.En même temps, ils étaient déterminés à
prendre des mesures importantes pour la formation continue des adultes et des
travailleurs, où les niveaux d'analphabétisme étaient effrayants. À tel point
qu'aujourd'hui encore, on reconnaît que plus de 50 % de notre population ne
comprend pas ce qu'elle lit, ainsi que plus de 15 % des étudiants de
l'enseignement supérieur.
La proposition d'Allende incluait également la possibilité
d'entreprendre une réforme constitutionnelle qui modérerait le présidentialisme
excessif et chercherait sérieusement à mettre fin au matabiche et autres
pratiques qui empêchaient l'accès du peuple au Parlement et aux municipalités.
Convoquer, dans les plus brefs délais, une Assemblée constituante pour rétablir
notre cadre institutionnel, qui était en soi un simulacre, dans lequel le
pouvoir de l'argent et des médias définissait l'agenda politique, économique,
social et culturel du pays.
Un renversement annoncé
Personne ne peut désormais ignorer qu'avant que Salvador Allende
ne prenne ses fonctions de chef d'État, des préparatifs étaient en cours à
Washington pour déstabiliser son gouvernement et le remplacer par un autre qui
serait docile aux intérêts impérialistes. Peu à peu, les énormes ressources
allouées à l'encouragement de l'action séditieuse des grands corps nationaux, à
l'encouragement du coup d'État de la droite politique et d'autres partis
d'opposition, qui ont été décisives pour encourager les traîtres militaires et
justifier les premières violations des droits humains, ont fait leur œuvre. Ce
rôle est honteusement revenu aux démocrates-chrétiens, un parti qui promouvait
jusqu'alors des changements en faveur de la justice sociale, mais dont les
principaux dirigeants ont succombé à la corruption par Kissinger, de la Maison
Blanche et du Pentagone. On est également au fait des millions de dollars
alloués au journal El Mercurio, propriété d'Agustín Edwards, qui, en
plus d'être un putschiste, était également vice-président de Pepsi Cola. Un
individu abominable qui a conservé son pouvoir intact, voire l'a accru, tout au
long de la période post-dictature, charmant les gouvernements successifs de la
soi-disant Concertación Democrática, de la Nueva Mayoría et, bien sûr, de la
droite elle-même, qui est revenue à La Moneda à deux reprises entretemps.
Les promesses d'Allende se sont même concrétisées pendant son bref
gouvernement, comme la nationalisation des grandes mines de cuivre, la remise
de milliers d'hectares de terres aux paysans et l'introduction de changements
significatifs dans le système éducatif, ce qui a également été fortement
combattu par les opposants qui ont été appelés à participer aux élections
législatives qui ont suivi le triomphe de l'Unidad Popular et au cours
desquelles, malgré tout, la gauche est redevenue la première majorité, en dépit
des campagnes de terreur promues et financées également par les USA et le
pouvoir économique national.
Bien que nous ne l'ayons pas du tout prévu à l'époque, le 11
septembre 1973 a été le jour du bombardement criminel de La Moneda, dans lequel
les forces armées, poussées par la droite et l'impérialisme, ont joué le rôle
principal, et dans lequel, dès la première heure, des centaines ou des milliers
d'opposants ont été criblés de balles, les premiers camps de détention et de
torture ont été créés, tandis que des milliers d'autres Chiliens ont été
arrêtés et torturés lorsqu'ils ne parvenaient pas à s'enfuir en exil. Il s'agit
sans aucun doute d'un processus sans précédent de trahison et d'insoumission à
l'ordre établi, respecté par Allende jusqu'à sa dernière heure, au cours duquel
la démocratie et les changements entrepris en faveur de la rédemption des
opprimés ont volé en éclats en quelques heures.
Nous savons déjà que le corps du président a quitté La Moneda sans
que l'on sache avec certitude s'il s'est réellement suicidé ou s'il a été
assassiné par les premiers officiers qui sont entrés dans le palais
présidentiel. Cela ne change pas vraiment le caractère criminel de l'attentat,
même si les militaires, la droite et d'autres secteurs se sont efforcés, avec
la complicité de certains juges, d'établir le suicide comme la vérité
officielle. Une “vérité officielle” qui permettrait à Pinochet de recevoir la
reconnaissance diplomatique de nombreuses nations qui, dit-on, n'auraient pas
été en mesure de le faire si le président déchu avait été assassiné.
Entre parenthèses, certains ont été convaincus qu’il avait été
assassiné après qu'un capitaine de l'armée a témoigné devant un groupe de
détenus qu'il avait lui-même tiré sur la tempe du président et qu'il s'était
vanté d'avoir exhibé la montre de ce dernier comme un trophée. Il existe
plusieurs écrits et témoignages sur le sujet, ainsi qu'un documentaire du
cinéaste Miguel Littín.
La chose la plus importante à enregistrer maintenant dans cette
commémoration historique est le respect que l'exemple d'Allende, sa conséquence
politique, sa trajectoire démocratique et sa résolution héroïque de payer de sa
vie la loyauté de son peuple, comme il l'a promis dans son discours final,
méritent dans tous les secteurs, ainsi que dans le monde entier.
Son gouvernement, l'Unité Populaire et la conduite de ses partis
sont encore aujourd'hui une source de controverses et d'attaques de bas étage
par ceux qui ont été ses opposants et qui continuent aujourd'hui à être des
militants de droite. Cependant, personne ou presque n'ose le discréditer
moralement et sa figure reste, 50 ans plus tard, celle du président et du
leader politique le plus apprécié par le peuple chilien. À tel point qu'une
étude intéressante réalisée en 2008 par Televisión Nacional (avec des centaines
de témoignages recueillis auprès d'historiens, de journalistes et de divers
intellectuels) a conclu que pour la grande majorité nationale, Allende est la
figure la plus pertinente de notre histoire républicaine, égale ou supérieure à
l'hommage rendu à nos pères de la nation, et supérieure au prestige de Pablo
Neruda, Gabriela Mistral, Violeta Parra, Alberto Hurtado et d'autres Chiliens
éminents.
Validité permanente
En ce sens, et malgré tout ce qui s'est passé, 50 ans, ce n’est
vraiment rien. Les idées d'Allende sont toujours aussi présentes dans les
manifestations qui réclament du pain, de la justice et de la liberté. Surtout
lorsqu'elles insistent sur la récupération des gisements de cuivre et
maintenant sur l'exploitation du lithium et d'autres ressources. Lorsque les
enseignants défilent et paralysent leurs activités pour exiger plus de
ressources pour l'éducation publique, ainsi que le paiement de la dette
historique que l'État leur doit depuis tant d'années. Tandis que des centaines
d'enseignants languissent sans récupérer ce droit qui leur a été arraché et
leur dignité.
Les revendications actuelles en faveur d'un système de santé qui
garantisse des soins adéquats à tous les Chiliens vont dans le même sens. La
dictature et les gouvernements qui lui ont succédé ont consolidé l'opprobre du
système privé des ISAPREs[sociétés d’assurances santé privées, au nombre de 13,
NdT], qui refuse des soins adéquats aux pauvres et à la classe
moyenne, en présentant de longues listes d'attente pour les soins médicaux, où
il est avéré que, seulement au cours du dernier semestre, plus de 19 000
Chiliens qui avaient besoin d'opérations chirurgicales urgentes sont morts.
Allende, en tant que médecin, soutiendrait sans aucun doute ces demandes
aujourd'hui, ainsi que la fin des infâmes AFP [sociétés privées
d’administration des fonds de pension ayant substitué en 1981 le système par
répartition par un système par capitalisation, NdT] qui gèrent les
cotisations de millions de travailleurs qui, à la fin de leur vie, reçoivent
des pensions misérables et se voient obligés de continuer à travailler. Un
système également privatisé par la dictature et qui a même fait l'objet de
compliments à l'époque de la soi-disant transition vers la démocratie, où, en
réalité, ceux qui ont intégré ces gouvernements ont fini par être enchantés par
le néolibéralisme, le capitalisme sauvage et les inégalités provoquées par le
marché. Sauf, bien sûr, quelques exceptions minimes, malgré les origines
socialistes, social-chrétiennes ou social-démocrates de leurs protagonistes.
Il est parfaitement logique d'assurer qu'Allende soutiendrait
aujourd'hui la lutte héroïque du peuple mapuche pour la reconnaissance de ses
droits à l'autodétermination, la récupération de ses territoires occupés et la
pleine reconnaissance de son patrimoine culturel. Tout cela ne sera possible
qu'en neutralisant l'action écocide, par exemple, des entreprises forestières
qui se sont emparées de la région. Le défunt président n'aurait certainement
pas pu consentir à la militarisation de l'Araucanie imposée par des
gouvernements se prétendant héritiers d'Allende, à la judiciarisation des
causes de notre peuple fondateur et aux assassinats habituels et répétés de
membres de la communauté, ainsi qu'à la répression qui s'abat aujourd'hui sur
ceux qui, jusqu'à très récemment, étaient reconnus comme des leaders et même
des héros par les partis et mouvements autoproclamés de gauche. Il est bien
connu que ce qui se passe dans le sud du pays est très similaire aux événements
tragiques de la soi-disant Pacification de l'Araucanie, il y a plus d'un
siècle, dont les principaux auteurs sont encore reconnaissables dans les noms
de rues et d'espaces publics. Même si la statue du général Cornelio Saavedra a
été arrachée de son socle par des manifestants en 2020 et jetée dans la rivière
Lumaco. Tout aussi récemment, le monument au général Baquedano, qui s'est
également distingué dans ce sombre épisode d'usurpation des terres mapuches, a
contraint les autorités à le retirer de la Plaza Italia, en plein centre de
notre capitale.
Le peuple chilien a l'intuition qu'Allende serait aujourd'hui le
leader qu'il a été des revendications socio-économiques de son époque.Son nom est également reconnu comme celui e
l'un des principaux combattants de notre époque. Lorsque l'inégalité sociale
prévaut et que la marginalisation et le manque d'opportunités expliquent le
développement de phénomènes tels que la criminalité et le trafic de drogue, des
fléaux que même les politiciens qui se disent progressistes pensent qu'il faut
combattre avec plus de pouvoirs pour la police, plus d'armes dissuasives et des
peines punitives même pour les mineurs qui commettent des délits. Aujourd'hui,
ils sont donc à nouveau tentés d'envoyer de plus en plus de militaires dans les
rues et les villes du nord et du sud. Une fois de plus, ils sont au bord d'une
nouvelle et juste explosion sociale, sans aucune autre pandémie en vue pour la
contenir, comme cela s'est produit, empêchant ce qui était un effondrement
institutionnel imminent.
“La gauche unie ne sera jamais vaincue” est l'un des slogans les
plus connus et celui qui a été le plus longtemps brandi sur les banderoles des avant-gardes
dans leurs mobilisations. Il ne fait aucun doute que c'était aussi l'aspiration
et la réussite d'Allende lorsqu'il est arrivé au gouvernement et qu'il a pu
devenir le porte-drapeau de la gauche, après la mesquinerie qui s'est
manifestée entre partis pour obtenir une plus grande hégémonie dans l'influence
sur les décisions présidentielles. Cependant, il est plus qu'évident que ce
sont les controverses entre socialistes, communistes et autres qui ont affaibli
le gouvernement de l'Unité Populaire et, dans une large mesure, encouragé le
coup d'État. Comment ne pas se rappeler que, depuis le cœur même de la gauche,
Allende a été qualifié de “social-démocrate” et accusé de défendre la
démocratie “bourgeoise” par des dirigeants qui, pendant qu’Allende mourait à La
Moneda, se cachaient déjà dans des ambassades et renonçaient à toute tentative
de résistance au déchaînement militaire !
En disant cela, nous n'avons pas l'intention de justifier l'action
des séditieux, qui ont commencé à comploter son renversement avant que ces
contradictions ne se manifestent. Pour eux, Allende ne devait être renversé
qu'en raison de sa proposition programmatique et de la possibilité que son
expérience soit reproduite dans d'autres pays appartenant à la zone d'influence
des USA, en pleine guerre froide. Il faut donc reconnaître que sa tentative de
gagner le soutien de l'Union soviétique et du monde socialiste de l'Europe de
l'Est a été vaine.
Ce qui est grave, c'est que cinquante ans après sa mort, la
situation de la gauche chilienne n'a fait qu'empirer par rapport au slogan cité
plus haut, et aujourd'hui le panorama est franchement désastreux quand les
référents avant-gardistes se multiplient dans toutes sortes de collectifs et
d'associations dont les idéologies et les intentions sont pratiquement
incompréhensibles pour le pays. Des entités qui ne comptent généralement pas
plus d'une centaine de militants actifs et qui manquent de pratiques démocratiques
internes pour définir leurs dirigeants et leurs propositions. Une flopée de
sigles, qui ne sont rien d'autre que des noms bizarres, composent le soi-disant
Frente Amplio [Front Large], ainsi que l'autoproclamé socialisme démocratique.
Tous exhibent leurs querelles à travers les médias, alors qu'ensemble ils n'ont
pas été capables de remplir un théâtre ou un stade avec leurs adhérents et
sympathisants depuis longtemps.
Il ne fait aucun doute que le principal objectif de ces camarillas
est de placer leurs partisans inconditionnels au sein de l'appareil d'État et
d'accéder aux ministères et aux sous-secrétariats, où les quotas sont le
dénominateur commun. Et quand ils n'y parviennent pas, ils créent des
fondations et d'autres entités pour recevoir des millions du Trésor public qui,
bien sûr, servent à financer leurs ambitions électorales et, accessoirement,
leur enrichissement illicite. Nous savons déjà que parmi tous les épisodes de
corruption politique, la justice enquête actuellement sur la destination de
quelque 30 milliards de pesos [= 30 millions d’€]. Ce qui est reconnu comme la
fraude la plus grave contre le trésor national de toute la période
post-dictature.
Le problème de la gauche : -Sur le fond on est d'accord -Mais d'innombrables nuances nous séparent L'avantage de la droite: -D'innombrables nuances nous séparent -Mais sur le fond on est d'accord
Pour la consolation de cette gauche qui se dégrade et s'effrite,
la droite souffre d'une atomisation similaire, tout comme les multiples
scissions de la Démocratie chrétienne, du PPD et d'autres organisations qui, selon les sondages,
obtiennent moins de trois ou quatre pour cent du soutien populaire. Le parti le
plus voté est le Parti républicain d'extrême droite, mais avec moins de 5 % du
soutien électoral.
Sans parler de la responsabilité politique qui doit être attribuée
aux partis en ce qui concerne la disparition des anciennes références
syndicales. De la faible importance aujourd'hui de la Central Unitaria de
Trabajadores, ainsi que des associations professionnelles qui ont été à
l'avant-garde de la lutte contre la dictature. Toutes ces organisations se
morfondent dans la lutte de leur caudillisme interne et sont confrontées à des
scandales de corruption qui se déclenchent précisément lorsqu'elles doivent “négocier”
avec les gouvernements en place le montant du salaire minimum et l'application
de certaines lois sur le travail.
Allende grandit définitivement dans la mémoire du peuple chilien,
bien qu'il soit systématiquement ignoré par les dirigeants politiques et
sociaux qui se réclament de lui. Tout cela s'explique par le manque d'idées et
de programmes d'action et, surtout, par l'absence de médias qui favorisent le
débat idéologique et la prise de conscience des Chiliens, en particulier des
plus jeunes.
Il est bien connu que la lutte contre l'oppression de Pinochet a
impliqué des organisations sociales et politiques spontanées, mais aussi les
médias, dont la mission était de dénoncer les abus de la dictature et de
promouvoir le retour à la démocratie. Au début, les timides efforts
journalistiques ont gagné en influence et ont eu le mérite d'enregistrer toutes
les horreurs commises contre la dignité humaine et les droits du peuple au sein
de la dictature. Cependant, même aujourd'hui, on suppose que toutes ces
références ont été exterminées par les premiers gouvernements de la
Concertation, lorsque d'obscurs personnages comme Edgardo Boeninguer, Enrique
Correa et d'autres ministres et opérateurs de La Moneda ont décidé qu'il serait
trop risqué d'avoir des journaux, des magazines et des stations de radio qui
pourraient exiger la réalisation des promesses faites par les nouvelles
autorités et, ce faisant, déstabiliser les militaires, ainsi qu'embarrasser les
grands hommes d'affaires pinochétistes qui ont pris leur place dans la nouvelle
démocratie. D'ailleurs, dans l'impunité la plus totale en ce qui concerne les
entreprises et les ressources de l'État accaparées sous la protection du tyran
et du voleur qui gouvernait de facto.
Le temps nous a donné raison lorsque nous avons constaté que des
missions diplomatiques envoyées en Europe ont averti les gouvernements qu'ils
devaient s'abstenir de toute aide aux médias chiliens et au monde prolifique
des organisations sociales et de défense des droits humains. Une demande sans
doute écoutée par les pays qui soutenaient ces médias et envisageaient même de
leur accorder une aide définitive et substantielle qui servirait à les
consolider pendant la prétendue démocratie à venir. Malheureusement, la
realpolitik s'est imposée à ces pays qui voulaient désormais faire des
affaires dans notre pays et accéder à nos richesses naturelles. Tout cela se
passait, rappelons-le, pendant que le gouvernement de Patricio Aylwin effaçait
les dettes d'El Mercurio, de La Tercera et d'autres médias, tout
en renouvelant les contrats publicitaires de plusieurs millions de dollars avec
l'État qui les soutenait alors que leur déclin était imminent. Ces mêmes
contrats publicitaires ont également été refusés à la presse indépendante qui,
sans aucun doute, aurait continué à s'opposer à l'impunité et à plaider en
faveur d'une démocratie solide et de ces réformes économiques et sociales, dont
beaucoup sont encore en suspens aujourd'hui. Tout comme ils auraient dénoncé
les premiers actes de corruption qui sont aujourd'hui si répandus dans notre
vie politique.
S'il est vrai que ces médias indépendants et dignes ont réussi à
briser le blocus de l'information imposé par la dictature, nous devrions
aujourd'hui être reconnaissants et applaudir le fait qu'il existe un nombre
infini de sites web libres sur l'internet, ce qui rend très difficile pour la
classe politique de continuer à commettre ses inepties, et maintenant même la
presse de droite elle-même est incapable de les éviter.
Des centaines de milliers, voire des millions de Chiliens vivent
aujourd'hui dans le désenchantement, à cause de ce qui aurait pu être et n'a
pas été. Nous sommes déçus par la trahison idéologique et la corruption morale
de ceux qui ont accédé au gouvernement de notre nation. Nous craignons que le
pays ne soit à nouveau au bord de l'effondrement et que les heures amères de
notre coexistence ne reviennent. Mais ce sur quoi nous sommes d'accord et qui
nous anime est le fait que, malgré tout,
les idées et les objectifs de Salvador Allende sont toujours valables et que
son nom est un cri et un ferment d'espoir.